
Es un muy buen hábito acostumbrarse a leer con atención el cuadro que contiene los datos nutricionales. Éste te revelará nada menos la composición específicamente de ese producto, cuál es la proporción de cada uno y cuál es su aporte a tu dieta en general.
Para que no te falte información, señalo aquí los principales datos que son o deberían ser aportados en el contexto de la mencionada etiqueta.
- El nombre usual o común del alimento y una lista de los ingredientes ordenados en forma descendiente según su proporción (sólo en caso que el producto se componga de dos o mas ingredientes).
- Datos concretos de la empresa fabricante, a los que debe sumarse los datos del empacador y del distribuidor.
- Debe constar la fecha de evasado, y en algunos casos esto se acompaña con un número de lote o código.
- El peso en términos de contenido neto; si es posible en más de una unidad de medida (especialmente productos de consumo internacional)
- El sello de inspección oficial de calidad del país de orígen y en algunos países, el sello de calidad local para certificar su ingreso controlado al país en cuestión.